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Se dice que el desarrollo del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos. Durante la siguiente hora exploraremos tanto nuestro privilegio como nuestra responsabilidad de asemejarnos al carácter de Cristo. Acompáñenos en esta poderosa hora de renovación personal mientras el Pastor Stephen Wallace nos lleva “De Gloria en Gloria”.

Seguimos adelante paso a paso, con nuestro estudio sistemático de la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos. ¿Y cuál es esa obra? Alumnos, los que han estado aquí desde el principio. ¿Cuál es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos? ¿Cuál es? La construcción del carácter. Así es, efectivamente. ¿Cómo dijo? ¿Usted quiere decir que es aún más importante que ganar almas? Pues, sí. ¿Por qué? Porque no podemos hacer la obra tan, tan importante de ganar almas exitosamente, hasta que hagamos la obra más importante de la construcción del carácter. ¿Amén? Porque nuestra eficacia como ganadores de almas está directamente correlacionada con nuestra semejanza al carácter de Cristo. Quería escuchar un “amén”. Les voy a dar una segunda oportunidad. Nuestra eficacia como ganadores de almas está directamente correlacionada con nuestra semejanza al carácter de Cristo. {Amén} Bien… Gracias.

Lo que nos convierte en personas que el Señor pueda usar para atraer a otros a una relación salvadora con Él, es que permitamos que el Señor nos transforme en representantes suyos, agradables y afectuosos. ¿Amén? {Amén} Lo que atrae es el amor de Cristo. Y si ese amor que atrae no está en nosotros no podemos esperar que los gentiles vengan. Como dice nuestro pasaje bíblico tan claramente ahí en Isaías 60, versículo 3. ¿Cuándo vienen los gentiles? Cuando ven la gloria reflejada en nosotros. ¿Y qué es gloria? Reconozco que algunos están aquí por primera vez. Bienvenidos, pero ¿dónde estaban anoche? Gloria es el término bíblico que significa carácter. Así que cuando la Biblia dice que sobre nosotros será vista su gloria, quiere decir que el carácter de Cristo será reflejado en nosotros. Y cuando eso suceda entonces vendrán los gentiles. Porque verán el carácter agradable y encantador de Jesús. Y eso es atractivo. ¿Amén? {Amén} Eso es encantador. Eso es lo que nos convierte en ganadores de almas eficaces. La construcción del carácter, la obra más importante. Además, hemos estudiado algunos conceptos muy importantes. Empezamos asegurándonos que todos entendieran que lo espiritual sólo, ¿qué? Se discierne espiritualmente. {1 Cor 2:13-14} Sin la ayuda del Espíritu Santo, queridos amigos, no podemos experimentar el poder liberador y santificador de la verdad. Es posible que ejercitemos el intelecto. Pero hermano, hermana, Dios no quiera que lo único que hagamos todas estas horas que vamos a estudiar juntos sea ejercitar el intelecto. Que Dios nos permita tener una experiencia transformadora. ¿Amén? {Amén} Quiero asemejarme más a Jesús como resultado del tiempo que pasé estudiado la palabra de Dios con ustedes. ¿Se unen a mi sentir?

Quiero ser transformado por la renovación de mi entendimiento. {Rom 12:2} Quiero reprogramar… Quiero ser reprogramado por la verdad. Pero eso sólo puede ocurrir si recibimos la verdad bajo la influencia del Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo. La verdad no tiene poder a menos que se reciba bajo la influencia del Espíritu Santo. No podemos ser… transformados por la renovación de nuestro entendimiento a menos que estudiemos la verdad bajo la influencia del Espíritu Santo. Es por eso que es nuestra costumbre antes de proceder… Antes que… ¿Se acuerdan de nuestro elemento de reflexión? Funciona conmigo y espero que también funcione con ustedes. Cuando estoy listo para abrir la Biblia, uso eso como un recordatorio de que primero debo abrir, ¿qué? Mi corazón. Mi corazón. ¿Escuchan el llamado esta mañana, queridos amigos? He aquí, yo estoy a la puerta y… llamo. {Apoc 3:20} Él quiere entrar. Pero no puede a menos que, ¿qué? A menos que lo invitemos a entrar. Él no fuerza su entrada; sino que espera nuestra invitación. Él está aquí en nuestro medio, lo sabemos. Él ha prometido, “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. {Mt 18:20} Pero por favor no se conformen con eso. Asegúrense de que esté en su medio, como individuo. Asegúrense de abrir su corazón ¿Harían eso? Y mientras oran para que el Espíritu Santo los bendiga con Su presencia, oren para que pueda usarme, ¿sí? Voy a arrodillarme. Les invito… Les invito a acompañarme de rodillas por unos momentos de oración en silencio.

Padre nuestro que estás en los cielos, en el nombre de Cristo Jesús, vengo en mi nombre y en nombre de mis hermanos y hermanas comprados con sangre. Primeramente para alabarte por permitirnos llamarte Padre. Qué privilegio. No lo apreciamos tanto como deberíamos, pero ayúdanos a apreciarlo más y ayúdanos… a valorarlo basándonos en el precio pagado que hace esto posible. Qué precio tan infinito. Somos hijos comprados con sangre. Te costó todo el darnos este privilegio. Y Padre, nos regocijamos en este privilegio. Qué lindo es pertenecerte a ti. Cuidas tanto de tus hijos. Te agradecemos por tus cuidados a través de esta semana. Te agradecemos por habernos traído aquí con bien para adorarte. Y nos hemos reunido para eso, pero Padre nos habremos reunido en vano, a menos que nos bendigas con tu Espíritu. No podemos adorarte en espíritu y en verdad a menos que el Espíritu de Verdad esté aquí. Y Padre queremos estudiar la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos. Queremos comprender mejor nuestro papel cooperativo en el desarrollo de un carácter que se asemeje al de Cristo. Reconocemos que no podemos ser ni testigos eficaces del Rey, ni ciudadanos idóneos para el reino a menos que nos asemejemos a Cristo en carácter. Y porque el Rey viene pronto, y porque queda tan poco tiempo Padre, es imperativo, es urgente que estudiemos diligentemente y que entendamos nuestro papel cooperativo. Así que por favor, bendícenos con el derramamiento de tu Espíritu Santo. Especialmente a mí. Tengo el privilegio inmerecido de dirigir el estudio de tu palabra y sabes cuán desesperadamente necesito de tu ayuda. Toma posesión de mí: en mente, cuerpo y espíritu. Soy tuyo, tres veces más soy tuyo, por creación, por redención y por mi propia decisión. Así que por favor consiente en usarme. Permíteme ser tu mensajero esta mañana. Permíteme hablar con tus palabras, nada más, nada menos. Que lo que puedas comunicar a través de mí, encuentre corazones y mentes receptivas para que sus vidas sean transformadas. A través del estudio de tu palabra, por el Espíritu de Verdad, queremos ser mucho más como Aquél que es la Verdad, Jesús. Y es en Su nombre que oramos. Amén.

Hemos avanzado y ahora estamos en, ¿qué página, alumnos? Siete, gracias. La lección 4 se titula: Dios nos ha Mostrado su Gloria. A propósito, los que no tengan una copia, vengan esta tarde y habrá una disponible para ustedes. Las tenemos en el vestíbulo, y son para los que estén planeando venir regularmente. Continuaremos distribuyendo material para que lo pongan en sus carpetas conforme avancemos con los estudios. Estamos llegando a entender algunas cosas muy importantes que necesito repasar rápidamente con el fin de beneficiar a los que nos acompañan por primera vez. El primer concepto crucial que hemos llegado a reconocer es que el término bíblico que significa carácter es, ¿qué alumnos? Gloria. Y es imperativo que sepamos eso, porque nos hemos propuesto estudiar lo que dice el Señor sobre este esencial tópico de gran importancia. Y si vamos a lograr eso exitosamente, debemos entender el término que Dios usa para “carácter”. La palabra “carácter” no se encuentra en la Biblia del Rey Jacobo, ni siquiera una vez. No está ahí. Y uno puede concluir que la Biblia no dice nada sobre el desarrollo del carácter. Pero ésa sería una conclusión errónea. El total de las Escrituras es sobre el desarrollo del carácter. Pero no nos daríamos cuenta de eso inmediatamente a menos que entendamos el término que la Biblia usa para carácter, el cual es “gloria”. Por lo tanto, el título de nuestra serie, “De Gloria en Gloria”, en realidad es “De Carácter en Carácter”. Así es como llegamos a ser semejantes a Cristo en carácter. El siguiente concepto tan importante que ya hemos establecido es nuestra definición básica de carácter. ¿Qué es carácter? Vamos alumnos, ¡motívenme! ¿Qué es carácter? Son los pensamientos combinados con los sentimientos. {5T 310.1} Sí. Bien. Gracias.

El carácter es lo que nos hace ser lo que en realidad somos. Es algo mucho más fundamental que la forma en que hablamos y actuamos, que lo que pretendemos ser. ¿Es posible pretender que somos algo que en realidad no somos? Claro que sí. ¿Es posible que eso ocurra aún en nuestra experiencia religiosa? Por supuesto. Se llama hipocresía. Es posible pretender que somos Cristianos y ni siquiera serlo. Entonces, ¿qué es lo que nos hace ser lo que en realidad somos? Como dice el hombre sabio, “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” {Prov 23:7} Y digo corazón apuntando a la mente porque en realidad eso es lo que la palabra significa. Significa alma y se refiere al intelecto y las emociones, los pensamientos y los sentimientos. Y de esa manera obtenemos nuestra definición básica de carácter. Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, página 310 (del inglés): “Los pensamientos combinados con los sentimientos constituyen el carácter moral”. Éste es un concepto crucial, queridos amigos. De aquí en adelante, cuando escuchen la palabra “gloria”, quiero que piensen en CARÁCTER, y cuando escuchen la palabra carácter, quiero que piensen en los PENSAMIENTOS combinados con los SENTIMIENTOS. ¿Estamos de acuerdo? Muy importante. Los pensamientos combinados con los sentimientos forman el carácter, Y eso es lo que nos hace ser lo que en realidad somos.

Y precisamente por eso es que me preocupo cuando escucho a la gente decir: Bueno él habla como corresponde, pero yo quiero saber ¿se conduce como corresponde? Como si ésa fuera la prueba final y decisiva. Queridos amigos, les tengo noticias. Es extraordinariamente posible, no sólo hablar como corresponde, sino también conducirse como corresponde y ni siquiera ser convertido. ¿Me escuchan? Si tenemos suficiente motivación del ego, podemos hacer una obra extraordinaria para que nuestra conducta cumpla con la letra de la ley. {Rom 7:6} Podemos conducirnos como corresponde. Podemos hacer un gran papel. Podemos engañar a todos, aún a nosotros mismos, haciéndolos pensar que somos ricos y enriquecidos de bienes y con necesidad de nada. {Apoc 3:17} ¡Qué terrible! ¿De quién dice eso el Testigo Fiel? ¡De nosotros! De la iglesia Laodicense, de los últimos días. ¿Por qué estamos tan terriblemente engañados? Pensamos que somos ricos y enriquecidos de bienes y con necesidad de nada y ni siquiera sabemos que somos desventurados, pobres, miserables, ciegos y desnudos. {Apoc 3:17} Un engaño bastante serio. ¿Por qué? Porque nos hemos evaluado basándonos en un criterio superficial, queridos amigos. Hemos estado analizando nuestra conducta. Y porque cuadra relativamente bien, gracias, nos conducimos mejor que otros, gracias, y además como Adventistas del Séptimo día, guardamos los diez mandamientos. ¡No se hable más! Pertenezco al remanente de Dios, estoy listo para el regreso de Jesús.

Tengamos cuidado. Puede que no seamos lo que pensamos que somos. Pero sí somos lo que pensamos. “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” {Prov 23:7} Queridos amigos, por favor, al evaluar nuestra experiencia cristiana necesitamos ir más allá de un análisis de conducta. ¿Amén? {Amén} Necesitamos empezar a considerar el espíritu, los motivos detrás de la conducta, porque es terriblemente posible que estemos haciendo todo lo correcto por todas las razones incorrectas. {Amén} Sé de lo que hablo por años de experiencia. Y a propósito, es por eso que pongo tanta urgencia en esto, porque por años yo mismo hice un muy buen espectáculo. Soy un H.M. y un H.P. ¿Qué significa eso? Que soy hijo de misionero e hijo de predicador. Crecí en una pecera. Y aprendí a hablar como corresponde y a conducirme como corresponde porque la reputación de mi padre estaba en juego. y por mucho tiempo tenía a todo mundo engañado, incluyéndome a mí mismo. Así que por favor no me resientan por hablar tan directamente de esto. ¿Está bien? Es muy posible estar aquí sentado esta mañana, y estar completamente engañado. Lo que nos hace ser lo que somos… es lo que ocurre entre el oído izquierdo y el derecho, donde sólo usted y Dios saben lo que ocurre.

Es hora de dejar de preguntarnos lo que hacemos y lo que no hacemos y preguntarnos por qué lo hacemos y por qué no lo hacemos. ¿Por qué estamos aquí esta mañana? Señor, ten misericordia. ¿Por qué estamos aquí? Bueno porque es lo que se espera de mí, y usted sabe, es decir, hoy es el séptimo día y se supone que debo ir a la iglesia el Sábado. Es una obligación. Queridos amigos, debo decirles esto. Si guardar el Sábado es una obligación para usted, no está guardando el Sábado. Verdaderamente guardar el Sábado es un deleite para los que aman al Señor del Sábado. Léanlo, está en Isaías 58. ¿Quién se deleita en el Sábado? Los que se deleitan en el Señor del Sábado. Si estamos aquí por cualquier otra razón que no sea por amar al Señor con todo nuestro corazón, alma y mente {Mt 22:37}, por favor sepan que no estamos guardando el Sábado. No importa qué tan correcta sea nuestra conducta. No importa que seamos capaces de abstenernos de trabajo provechoso y de hacer todo tipo de cosas inapropiadas en este día, si no amamos al Señor del Sábado, no hemos guardado el Sábado. Amén. Es hora de enfrentar esta realidad. ¿Amén? {Amén}

Y perdónenme por hablarles tan directamente, pero queridos amigos, lo hago porque les amo. Y quiero que reconozcamos cualquier hipocresía, si hay alguna, mientras todavía haya tiempo de enderezarnos. Lo que me preocupa grandemente es que habrá muchos Adventistas del Séptimo día concienzudos que no descubrirán su hipocresía hasta que sea demasiado tarde. Y tendrán que escuchar ese juicio fatídico, “Apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Nunca os conocí”. {Mt 7:23}

“¿Cómo? Espera un momento, te has equivocado. No te diste cuenta que guardé el Sábado por un sin fin de años. De hecho, hasta iba a la escuela Sabática. ¿No me merezco puntos adicionales?”

“Apartaos de mí. Nunca os conocí”. Nunca tuvieron la mente de Cristo. Nunca tuvieron el corazón de Cristo. Hicieron lo correcto, pero por las razones incorrectas. Y a propósito, por favor noten que el hacer lo correcto por las razones incorrectas también es maldad en la evaluación de Dios. Y algunos se van a quedar terriblemente impactados y desilusionados cuando se den cuenta de eso demasiado tarde. Por favor dense cuenta hoy si necesitan darse cuenta. Porque, nos encontramos en el día antitípico de la expiación. ¿Están conmigo? ¿Todavía creen eso algunos de ustedes? {Sí, sí.} Es mi oración que así sea. Esto es parte del gran mensaje Adventista. Nos encontramos en el día antitípico de la expiación. Y en el día típico de la expiación, ¿qué hacían los hijos de Israel? Escudriñaban sus corazones para asegurarse de estar bien con sus almas. {Lev 23:27-32} Ahora, si era importante hacer eso en lo que era sólo lo típico, ¿no creen que es aún más importante hacerlo en lo antitípico? Estamos viviendo en lo antitípico. Debemos estar escudriñando nuestros corazones. ¿Está bien con mi alma? ¿De verdad soy Cristiano donde… entre el oído izquierdo y el derecho? “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.” {Prov 23:7} Hermano, hermana, ¡Qué Dios nos ayude! Que Dios nos ayude a aprender lo que significa tener la mente de Cristo. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. {Flp 2:5}

Por eso me preocupo por… por esta pregunta: Bueno, habla como corresponde, pero quiero saber ¿se conduce como corresponde? ¿Cuál es la verdadera pregunta? ¿Piensa como corresponde? ¿Amén? En la intimidad de nuestra mente, ¿están nuestros pensamientos y sentimientos en armonía con el espíritu de la ley, el cual es amor? Eso es lo que nos hace cristianos. ¿Amén? {Amén} Y a propósito, si pensamos como corresponde, hablaremos como corresponde y nos conduciremos como corresponde. Salvo que repentinamente, todo será genuino …en lugar de falso. Y repentinamente será encantador, y eso es lo que nos hace ganadores de almas eficaces. Cuando somos personas agradables y afectuosas, y hacemos cosas lindas porque amamos a los demás, no para conseguir puntos. Ésta es precisamente la razón por la que las tumbas blanqueadas, o sepulcros blanqueados, como lo dice la Biblia del Rey Jacobo, no son buenos ganadores de almas. ¿O lo son? ¿Son los hipócritas buenos ganadores de almas? Podrán ser muy hermosos por fuera. Y todo su entorno podrá ser muy perfecto. Sí, pueden hablar como corresponde. Pueden conducirse como corresponde. Pero no son personas agradables y afectuosas. ¿Les gusta pasar mucho tiempo con tumbas blanqueadas? ¿Les gusta vivir al lado de una tumba blanqueada? ¡No! ¿Por qué? Porque son personas miserables. Son duras. Las tumbas son duras. Son frías, y tienen esquinas puntiagudas. Y a propósito, si se acercan a ellas, pueden sentir un mal olor. Y no me refiero a falta de desodorante. Me refiero al hombre muerto detrás de la blancura, que de vez en cuando se le impregna. ¿Escuchan lo que estoy diciendo? Hiede a egoísmo, ¿acaso no? Con razón. Con razón nuestros esfuerzos para ganar almas no son tan eficaces como nos gustaría que fueran.

Queridos amigos, si estamos tratando de ganar almas por cualquier otra razón que no sea por amor supremo a Dios y amor desinteresado por otros, no podemos tener una atracción e influencia positiva sobre las almas perdidas. No podemos. ¿Cómo llegamos a asemejarnos al carácter de Cristo? Debemos… debemos, si vamos a ser ya sea testigos eficaces del Rey, ¿o qué? Ciudadanos idóneos para el reino. Así que, ¿cómo llegamos a asemejarnos al carácter de Cristo? Al contemplar la gloria del Señor. Precisamente. Ése es nuestro texto clave: 2 Corintios 3:18 “Al contemplar somos cambiados. Cambiados a la semejanza de lo que… contemplamos”. Por lo tanto, si he de ser cambiado de gloria en gloria, y de paso, ¿quién me cambia? ¿Qué dice el texto? Somos cambiados de gloria en gloria, siendo transformados de gloria en gloria por, ¿quién? El Espíritu del Señor. Sólo el Espíritu Santo puede cambiarme. No puedo cambiarme a mí mismo. Pero debo cooperar con el Espíritu Santo en el proceso, haciendo ¿qué? Contemplando la gloria del Señor. Somos cambiados a la semejanza de lo que contemplamos. Por eso dice nuestra canción: “Fija Tus Ojos en Cristo”. Al contemplarlo somos transformados, por el poder del Espíritu, somos transformados a la semejanza de lo que contemplamos. Y al contemplar la gloria del Señor, somos cambiados de gloria en gloria, acercándonos más completamente a la semejanza de lo que contemplamos. ¿Tiene sentido? ¿Lo entienden? Eso nos lleva a una pregunta muy importante.

¿Cómo y dónde nos ha revelado Dios Su gloria? ¿Por qué es tan importante que respondamos a esa pregunta? Porque sólo al contemplar la gloria podemos ser cambiados, queridos amigos. Por lo tanto es imperativo que entendamos cómo y dónde Dios nos ha revelado Su gloria, para que podamos contemplarla y de esa manera ser cambiados. ¿Estamos todos de acuerdo? {Amén}

Ahora queridos hermanos, necesito una contestación de su parte. Soy un maestro. Eso es todo lo que soy, Soy sólo un maestro. Y por lo tanto, estoy observando sus caras constantemente. Y necesito una reacción positiva, que por lo menos entienden lo que he comunicado, de lo contrario siento que debo repasarlo otra vez. Así que denme una reacción.

¿Cómo y dónde se revela la gloria de Dios? Quiero enumerar, en las próximas dos, quizás tres presentaciones, siete lugares… ¿Cuántos? Siete lugares en donde Dios nos revela Su gloria; siete maneras en las que Dios nos revela Su gloria. Empecemos con la número uno, a la cabeza de la lista. ¿En qué? o quizás deba preguntar, ¿en quién, pensamos primero como la revelación de la gloria de Dios? {Cristo Jesús} Cristo Jesús. ¿Amén? {Amén} Así es. ¿Qué nos dicen las Escrituras acerca de Cristo Jesús? Hebreos 1:3: Lo llaman el, ¿qué? “El resplandor de su gloria”. ¿Qué es Jesús? “El resplandor”. ¿Qué significa eso? Eso significa la brillantez absoluta. ¿Están conmigo? No es simplemente una reflexión tenue. Él es el, ¿qué? El resplandor, la brillantez absoluta de la gloria de su Padre. ¿Qué significa gloria? Carácter. De modo que Pablo nos dice aquí, en esta frase extraordinaria, que Jesús es la brillantez absoluta de la gloria de su Padre. Él es la máxima, y más perfecta revelación del carácter de Dios. ¿Estamos de acuerdo? {Amén} Ahora sólo quería mencionar eso brevemente, más adelante vamos a regresar a ese tema y vamos a dedicar tres estudios, al menos, a la máxima revelación de la gloria de Dios en la persona de Cristo Jesús. Volveremos a eso más adelante esta semana y todos ustedes regresarán para esos estudios. {Amén} Les voy a dar una segunda oportunidad. Todos ustedes regresarán para esos estudios. {Amén}

El resplandor de su gloria: Cristo Jesús. Ésta es la número uno en la lista de dónde y cómo Dios nos ha revelado Su gloria. ¿Cuál es la número dos? A menudo no nos damos cuenta de esto, y quiero tratarlo muy cuidadosamente. Analicen esto conmigo. Dios también nos ha revelado su gloria en su ley. En su ¿qué, alumnos? {En su ley} En su ley. Analicen esto conmigo. Recuerden, anoche fuimos al monte Sinaí y escuchamos una conversación entre Moisés y Dios. Se encuentra en Éxodo 33, ¿no es así? Versículo 18. Moisés hizo un pedido extraordinario. Te ruego, te ruego que me muestres tu, ¿qué? Tu gloria. Muéstrame tu gloria. Moisés específicamente pide ver la gloria de Dios. Dios le dice que hará pasar todo Su bien delante de él, y que proclamará Su nombre. Pero observen qué más Dios le dice que haga. Capítulo 34, versículo 1. Esto es muy significativo. “Y Jehová dijo a Moisés: ‘Alísate dos tablas de piedra como las primeras’”.

A propósito ¿qué pasó con las primeras? Las arrojó al piso cuando vio a los hijos de Israel danzando alrededor del becerro de oro y las quebró, {Éx 32:19} ¿no es así? “Alísate dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré sobre esas tablas las palabras que estaban en las tablas primeras que quebraste”. Muy interesante.

Cuando Moisés le dice, “Te ruego que me muestres tu gloria”, Dios le dice: Bueno ya lo hice… pero las quebraste. Vamos a hacer esto, trae dos tablas más y escribiré una vez más Mi carácter, Mi gloria. Se dan cuenta amigos, la ley es un trasunto de Su carácter, que es Su gloria. ¿Estamos de acuerdo? ¿Qué es un trasunto? Un trasunto es una versión escrita de algo. Dios ha definido para nosotros, en los diez mandamientos, su carácter, su gloria.

Más aún, quiero ratificar esto basándome en las Escrituras, vayamos a Deuteronomio capítulo 5, busquémoslo todos. Deuteronomio, capítulo 5. A propósito, aquí en este mismo capítulo de Deuteronomio, tenemos la segunda presentación de los diez mandamientos. ¿Se habían percatado de eso, verdad? Sólo para establecerlo, vamos al versículo 21, “No codiciarás la mujer de tu prójimo”, ni desearás… etcétera. Éste es el décimo mandamiento. Ahora observen lo que Moisés dice inmediatamente después de los diez mandamientos, versículo 22: “Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí”. Moisés les estaba hablando a los hijos de Israel obviamente respecto a los diez mandamientos. ¿De acuerdo? ¿Qué respondió Israel? ¿Cómo respondió Israel? ¿Qué dijeron en contestación? Versículo 24: “Y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su… “, ¿qué? “Su gloria”. ¿Qué significa gloria? Usen su clave exegética. Cuando vean la palabra gloria piensen en, ¿qué? En carácter. Carácter. Israel reconoció eso en la revelación de… en la ley de Dios, tenían la revelación del carácter de Dios, la gloria de Dios. ¿Estaban en lo correcto respecto de esa observación? Vayan al versículo 28: “Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: ‘He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho’”. En otras palabras, cuando Israel dijo “Dios nos ha mostrado su gloria”, en contestación a la ley de Dios, Dios dijo, “Tienen razón”. De modo que claramente, la gloria de Dios se revela en su ley. ¿Estamos de acuerdo? {Amén}

Ahora, ya que establecimos eso basándonos en las Escrituras, confirmémoslo con el comentario inspirado de las Escrituras del cual todos disfrutamos, los escritos del Espíritu de Profecía. Review and Herald, 4 de febrero, 1890. Cito: “La ley pronunciada desde el Sinaí es un”, ¿qué? “un trasunto del carácter de Dios”. La Maravillosa Gracia, página 80: “La gloria de Cristo es revelada en la ley, que es un trasunto de su carácter…” Queridos amigos, ¿entonces en dónde nos ha revelado Dios su gloria? En su ley… en su ley. Y por favor sepan que si vamos a ser cambiados de gloria en gloria, debemos contemplar la gloria. ¿Amén? Por lo tanto, les exhorto, por su bien y por Cristo, aprendan a contemplar la gloria de Dios como se revela en su ley. Basándonos en este contexto, ¿entendemos mejor por qué y cómo es que David podía decir “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación”? Saben, yo solía rascarme la cabeza y me preguntaba: David, ¿qué te parece tan atractivo respecto de la ley de Dios? {Sal 119:97} Por supuesto, esto era durante mis días A.C. {Antes de conocer a Cristo o: Antes de la conversión}

Y a propósito, escúchenme. Una de las mejores maneras, una de las mejores maneras para probar si de verdad somos convertidos, es preguntándonos sinceramente “cuál es nuestra actitud hacia la ley de Dios”. Porque la mente carnal… es, ¿qué? Enemistad contra Dios. No se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede. {Rom 8:7} El hombre carnal no es capaz de amar la ley de Dios verdaderamente. Usted no puede amar la ley de Dios y yo no podía amar la ley de Dios hasta que le permití darme un corazón nuevo que tenía la ley de Dios escrita en él. Entonces me di cuenta que había un cambio radical en mi actitud hacia la ley. De modo que cuando me rascaba la cabeza y decía: “David, ¿por qué estás tan enamorado de la ley de Dios? ¿Cómo puedes meditar en ella día y noche? A mí no me parece atractiva; es sólo una lista de lo que no se debe hacer. Siempre me restringe, me prohíbe hacer Siempre me restringe, me prohíbe hacer lo que en realidad me gustaría hacer y siempre me pide que haga cosas que no quiero hacer. Es un dolor de cabeza”. No hay una experiencia más incómoda, escúchenme por favor. Algunos de ustedes se encuentran en esto que voy a identificar ahora mismo. No hay una experiencia más incómoda para una persona, que el estar en… que tratar de mantener un corazón carnal en una camisa de fuerza espiritual. Y la ley es una camisa de fuerza si no somos convertidos. Y nuestra actitud hacia la ley es negativa, pero podemos apretar los dientes y forzarnos a cumplir por obligación, porque tenemos que obedecer, si vamos a ser lo suficientemente buenos para ir al cielo. O para mantener una reputación que nos haga respetables. Por favor queridos amigos, eso ni siquiera es obediencia. ¿Por qué?

Porque el amor es el cumplimiento de la ley. {Rom 13:10} ¿Amén? {Amén} Si no obedecemos la ley por… motivados por amor ni siquiera estamos obedeciendo. Lo sabemos. Ni siquiera estamos obedeciendo. Para guardar los primeros cuatro mandamientos, debemos amar a Dios supremamente. Para guardar los últimos seis, debemos amar a otros como nos amamos a nosotros mismos… …desinteresadamente. Y si eso no es lo que nos motiva, ni siquiera estamos obedeciendo. Sin mencionar el hecho de que no hay deleite en la obediencia. Si nuestra obediencia es motivada por un sentido de obligación, tendremos una experiencia negativa. No se convierte en positiva hasta que el amor sea nuestra motivación. Entonces será un deleite. ¿Amén? Cuando amamos a alguien, no hacemos lo que él o ella quiere que hagamos porque sentimos que debemos hacerlo, lo hacemos porque nos encanta complacerlo o complacerla. ¿Amén? {Amén} Y espero que ésa sea la razón por la cual están aquí adorando a Dios en el séptimo día.

Porque, la ley es un trasunto del carácter de Dios, ¿cómo es eso? Bueno, ¿qué es el carácter de Dios en una palabra? ¿Qué es? Dios es amor. 1 Juan 4:8 Dios es amor. Por supuesto, por lo tanto ¿qué es la ley en una palabra? {Amor} Amor. Porque es un trasunto del carácter del Dios que es amor. Y por supuesto, por lo tanto, el cumplimiento de la ley sería, ¿qué? Amor. Amar a Dios supremamente, y a otros desinteresadamente, en resumen… es lógico. Jesús lo resume de esta manera; Mateo 22, del versículo 37 en adelante: “Jesús le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente’”. Versículo 38, “Éste es el primero y grande mandamiento”. 39, “Y el segundo es semejante: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Amor. La ley define el amor en términos de relaciones. Los primeros cuatro nos dicen cómo el amor se relaciona con Dios. Los últimos seis nos dicen cómo el amor se relaciona con nuestros semejantes, unos con otros. Porque, pensemos en ello de esta manera. Si tomamos la luz y la proyectamos a través de un prisma, ¿qué sucede? Sale formando una hermosa panoplia de colores de arco iris, la cual está compuesta de luz. Si tomamos el amor y lo proyectamos a través de esas tablas de piedra, sale formando una panoplia de diez mandamientos, la cual está compuesta de amor. Una vez más, la ley simplemente define el amor en términos de relaciones… en términos de relaciones.

Dios no sólo definió el amor para nosotros, o lo escribió en tablas de piedra, sino que lo ejemplificó, y lo modeló para nosotros, al enviar a su hijo para que fuera la personificación de la ley. ¿Escucharon lo que acabo de decir? Envió a su hijo para que fuera la, ¿qué? La personificación de la ley. Si de verdad quieren saber cómo se ve la ley de amor, estudien la vida de Cristo Jesús. {Amén} Eso es amor. Eso es obediencia a la ley. Así es como se ve. Y queridos amigos, si obedecemos la ley, entonces nuestras vidas también se verán como la de, ¿quién? Como la de Jesús. ¿Amén? No podemos argumentar eso. Y la razón, queridos hermanos, la razón por la cual… nuestras vidas no son tan semejantes a la de Cristo como deberían serlo es porque no hemos aprendido a obedecer la ley… por las razones correctas. Hemos estado tratando de obedecer la ley por razones egoístas, y eso sólo nos hace tumbas blanqueadas. Que Dios nos ayude a hacer lo correcto por las razones correctas. {Amén}

Y entonces… entonces nos volveremos semejantes a Cristo en carácter; y habrá una dulzura, y un encanto, un atractivo en nosotros que atraerá a otros a Jesús. Pero no hasta que… Cuando Jesús vino, ¿cómo anunciaron los ángeles su llegada… en los montes de Belén? ¿Cuál era la letra de ese canto maravilloso que cantaron? Se encuentra en Lucas 2:14: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” ¿Escuchan lo que se nos dice ahí? Eso es lo que Jesús vino a hacer. Ésa es la personificación, ése es el cumplimiento de la ley. “Gloria a Dios en las alturas”, esos son los primeros cuatro mandamientos; “y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”, esos son los últimos seis. Lo ven. Jesús personificó la ley. Y para anunciar el hecho que Él había venido a hacer eso, los ángeles dijeron: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” Es por eso que me entristece cuando escucho a algunos de nuestros amigos evangélicos decir, “Oh, no me den la ley, denme a Jesús”. Queridos amigos, Jesús es la personificación de la ley. {Amén} Y a propósito, mucha gente dice, “No me den la ley, denme a Jesús”, como si Jesús fuera una norma más baja y más fácil de alcanzar. ¿Perdón? Es decir, si piensan que la ley es una norma alta, ¡miren la vida de Jesús! Miren el infinito amor abnegado que Él manifestó. Ésa es la personificación de la ley. Si de verdad quieren una norma alta, miren a Jesús. {Amén} Y al contemplar seremos cambiados. {Amén} Al contemplar seremos cambiados. La Gran Controversia, página 467 (del inglés): “La ley de Dios, por su naturaleza misma, es inmutable”. Pausemos. Dios es el mismo ayer, hoy y… {siempre} siempre. {Heb 13:8} Bien. La ley es un trasunto de su carácter. {RH, Oct 15, 1895 par. 1} Por lo tanto, por definición no puede ser cambiada. ¿Estamos de acuerdo? {Amén}

¿Incluye eso el cuarto mandamiento? {Amén}Por supuesto que lo incluye… queridos amigos Protestantes. No podemos cambiar los diez mandamientos más de lo que podemos cambiar el carácter de Dios. “La ley de Dios, por su naturaleza misma, es inmutable. Es una revelación de la voluntad y del carácter de su Autor. Dios es amor, y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y al hombre. ‘El amor pues es el cumplimiento de la ley’. (Romanos 13:10, V.M.) El carácter de Dios es justicia y verdad; tal es la naturaleza de su ley. Dice el salmista: ‘Tu ley es la verdad’. ‘Todos tus mandamientos son justos’. (Salmos 119:142, 172, V.M.) Y el apóstol Pablo declara: ‘La ley es santa, y el mandamiento, santo y justo y bueno’. (Romanos 7:12, V.M.) Semejante ley, expresión del pensamiento y de la voluntad de Dios, debe ser tan duradera como su Autor”. {Amén} Bastante claro, bastante claro.

Queridos amigos, siento una gran carga de que lleguemos a apreciar la revelación de la gloria de Dios en la ley. De que lleguemos a ser capaces de decir junto con David y con Cristo, “¡Oh, cuánto amo yo tu ley!” {Sal 119:97} E insisto que no es posible que tengamos dicha actitud hacia la ley hasta que tengamos un corazón nuevo. Y cuando recibamos un corazón nuevo, llegamos a reconocer esto por el evangelio, por favor escúchenme, por el evangelio, la ley es la real ley de libertad. {Sant 2:12} {Amén} Ahora, permítanme explicar lo que quiero decir con eso. Es crucial que lo entendamos. Por favor no se pierdan.

Vayamos a Éxodo, capítulo 20. Éxodo 20. Ahí tenemos la presentación original de los diez mandamientos, con la que estamos más familiarizados. Díganme en dónde empiezan los diez mandamientos. Éxodo capítulo 20. Necesito un poco de reacción. ¿Dónde empiezan los diez mandamientos? {Versículo 3.} Versículo 3. Queridos hermanos, han caído muy cooperativamente en mi trampa. Y esperaba esa pregunta, quiero decir, esa respuesta. Cuando vamos a una librería cristiana y compramos un póster de los diez mandamientos, ¿dónde es que siempre empiezan? “No tendrás dioses ajenos delante de mí”. Versículo 3. Y eso es trágico. ¿Por qué es trágico? Porque queridos amigos, Dios empieza a hablar, ¿dónde? {en el versículo 2} En el versículo 2. ¿Y es importante lo que Dios dice en el versículo 2? {Amén} Queridos amigos, no puedo dejar de enfatizar la importancia de lo que dice en el versículo 2. Lo que dice en el versículo 2 es el evangelio, y es basándonos en esa proclamación extraordinaria en el versículo 2, que podemos obedecer todo lo que sigue. {Amén} ¿Qué dice Dios en el versículo 2? Escuchen. ¿Qué dice en el versículo 2? “Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”. ¿Amén? {Amén} ¿Ahora escuchan el evangelio ahí? {Sí} Jesús nos está diciendo, “Soy tu salvador”. “Te he liberado de tu esclavitud natural al pecado, al yo y a Satanás. Eso es lo que simbólicamente representa estar en esclavitud en Egipto.” Los he liberado. Los he sacado; ahora ustedes son mis hijos. Por eso se convierte en la real ley, y es la real ley de libertad {Sant 2:12} porque somos liberados de nuestra esclavitud natural al pecado, al yo, y a Satanás por medio de la sangre de Jesús. {Amén} Y entonces lo que sigue, queridos amigos, es una proclamación de emancipación. {Amén} ¡¿Amén?! {Amén}

No se dejen llevar por el pensamiento de que la ley de Dios es negativa. Bien saben que eso hacemos típicamente, ¿acaso no es así? ¡Vamos! No deberás… No deberás. No deberás… para mí eso suena bastante negativo. Escuchen… en Hebreo, ése es el futuro simple. No lo harán. ¡No lo harán! Sí, lo hacían en Egipto cuando eran esclavos, pero escuchen, Yo los saqué de Egipto ¡Son libres! {Amén} Ya no más harán esas cosas. ¿Amén? {Amén} En Egipto se inclinaban delante de otros dioses y les rendían adoración, pero eso ya es historia. Yo los saqué de Egipto; ya no más harán eso. En Egipto eran forzados a trabajar en Sábado, pero escuchen, eso ya es historia. Ahora acuérdense de él; santifíquenlo. En Egipto mataban, y mentían, y robaban… y codiciaban. Pero ya todo eso es historia, ya no más harán eso. ¡Los he liberado! {Amén} Oh, debemos amar una ley como ésa. ¿Amén? {Amén} Pero queridos amigos, ¿se dan cuenta cuán esencial es ese preámbulo fundamental? Por favor no lo separen de la ley. Y cuando vean un póster, saquen un marcador y escriban el primer versículo. Denle a la gente una oportunidad de entender la base sobre la cual guardar los mandamientos. {Amén} No pueden guardarlos a menos que hayan sido liberados. …no pueden guardarlos a menos que hayan sido liberados. Santiago 2:8 y Santiago 1:25, es de donde obtenemos la ley real, la cual es la ley de libertad. Y queridos amigos, es tan importante para el mundo, si van a entrar a una relación salvadora con el Dador de la ley, que reconozcan la naturaleza hermosa y positiva de la ley, y que la vean como un trasunto del carácter de Dios.

Y una de las mejores maneras, por favor escúchenme, una de las maneras más convincentes para ayudar a la gente a reconocer eso, es viviendo esa vida de libertad, libres de la esclavitud del pecado, y amándolos. La ley nos libera del egoísmo, pero nos da el poder para amar. {Amén} ¿Amén? {Amén} Y cuando la gente ve esa libertad de la esclavitud del egoísmo y el amor de Cristo que fluye a través de nosotros, se convencen de que hay algo hermoso, y positivo, y deseable, acerca de la ley de Dios. Y desean estar bajo su autoridad, porque quieren tener ese gozo, esa salud, esa felicidad que estamos manifestando. Nuestras vidas deben dar evidencia irrefutable de que es bueno obedecer la ley de Dios. ¿Amén? {Amén} Sí es bueno estar bajo el señorío del Príncipe de amor. Trae salud, trae felicidad, trae totalidad, trae armonía, trae paz, trae gozo, trae unidad. {Amén} Eso es lo que conlleva la obediencia a la ley de Dios, si es el Espíritu quien da el poder, y la obediencia es motivada por el amor. Escuchen, Review and Herald, 9 de marzo, 1897: “Si el mundo conociera los principios de las leyes del gobierno de Dios, si obedecieran sus mandamientos, podrían discernir el carácter de Dios en la ley, y ya no más estarían en enemistad con Dios. Pero al alejarse de la ley de Dios, los hombres no tienen los medios para discernir su carácter, y los atributos del carácter de Satanás son consentidos y cultivados”.

¿Se dan cuenta de por qué Satanás trata constantemente de fomentar y promover una actitud negativa hacia le ley de Dios? ¿Se dan cuenta de por qué se inventó este evangelio falso que dice que Jesús abolió la ley? …el cual promueve esta actitud: No me den la ley, denme a Jesús. Oh, él sabe, él sabe, que la gloria de Dios está revelada en Su ley, y él quiere con intensidad oscurecer la revelación de la gloria de Dios en la ley de Dios. Pero amigos, por favor entiendan que la ley se puede reconocer como un trasunto del carácter de Dios sólo cuando reconocemos su naturaleza espiritual. ¿Escucharon lo que acabo de decir? Quiero repetirlo. La ley se puede reconocer y apreciar como un trasunto del carácter de Dios sólo cuando llegamos a reconocer y apreciar su naturaleza espiritual. {Amén} ¿Qué quiero decir con eso de su naturaleza espiritual? Quiero decir que se aplica a mucho más que simplemente nuestra conducta externa. Tiene gobierno y jurisdicción sobre lo que ocurre entre el oído izquierdo y el derecho. {Amén}

Esto es lo que Jesús estaba tratando de hacer constantemente cuando les predicaba a los hipócritas. ¿Recuerdan el Sermón del Monte? Ustedes dicen… si matas, eres culpable. Yo os digo… si te enojas, eres culpable. ¿Qué ha hecho Jesús aquí? Ha amplificado la ley y nos ha ayudado a ver que tiene jurisdicción no sólo sobre nuestra conducta sino también sobre nuestras emociones. Podemos quebrantar la ley al nivel de nuestras emociones. ¿Amén? {Amén} Quien odia a su hermano es un… asesino. {1 Jn 3:15} Esto sale directamente de la Biblia. La ley es espiritual. Y luego Jesús dice: “Ustedes dicen, si cometes adulterio, si cometes la acción, eres culpable. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en”, ¿dónde? {en su mente} En su mente, en su corazón. {Mt 5:28} Entre el oído izquierdo y el derecho, podemos quebrantar la ley que dice “No cometerás adulterio”, {Éx 20:14} en la intimidad de nuestra imaginación. ¿Por qué? ¡Porque la ley es espiritual! ¡Ésa es la razón! Tiene jurisdicción no sólo sobre nuestra conducta; ahora se manifiesta en términos de conducta, pero cuando tenemos discernimiento espiritual vemos niveles más profundos. Y es por medio de ese discernimiento espiritual que la ley se convierte en un trasunto del carácter de Dios y en un plano para la construcción de nuestro carácter. ¿Sí lo entendieron? Cuando reconocemos su naturaleza espiritual la vemos como un trasunto del carácter de Dios, y llegamos a apreciarla como un plano para nuestro carácter. Y recuerden, la construcción del carácter es la obra más importante que jamás haya sido confiada a los seres humanos. {Ed 225.3} {Amén}

Ahora, si vamos a construir algo ¿qué necesitamos? A ver constructores, ayúdenme, ¿qué necesitamos? Necesitamos un plano; necesitamos un plano. ¿Tenemos uno? Sí. ¿Cuál es? La ley de Dios… discernida espiritualmente. Al gobernar y al tener jurisdicción y aplicación sobre nuestros pensamientos y sentimientos, se convierte en un plano. Y es por eso que David dice: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” {Sal 119:97} Él está estudiando el plano. Quiere ser como Dios. Quiere tener ese carácter… restaurado en él. Quiere ser transformado por la renovación de su entendimiento {Rom 12:2}, de modo que está tratando de reprogramar su mente al discernir espiritualmente la ley de Dios. Y nosotros también debemos hacerlo. ¿Amén? {Amén} A propósito, Dios bondadosamente no sólo nos ha dado un plano, pero ¿qué más nos ha dado? Nos ha dado un modelo. ¿Amén? Todo buen constructor, quiere tener no sólo un buen plano, sino también un concepto en tercera dimensión de cómo se va a ver el edificio cuando esté terminado. ¿Quién es el modelo? Cristo Jesús. Él es la ley en tercera dimensión. Es la ley, hecha humanidad. Y esa ley de segunda dimensión de repente se vuelve tri-dimensional en la vida de Jesús. Y al contemplar el plano, y al contemplar el modelo somos ¿qué? Cambiados a la semejanza de lo que contemplamos. Hermano, hermana, los exhorto en nombre de Cristo, contemplen el plano. ¿Amén? {Amén} Contemplen el plano; contemplen el modelo.

Oh… Rápidamente, ¿en dónde más se revela la gloria de Dios? Se revela en el santuario y sus servicios. Permítanme tocar este punto rápidamente. Éxodo 40:34, “…la gloria de Jehová llenó el tabernáculo”. Ahora, yo solía pensar que eso sólo significaba que ahí había una luz muy brillante. Vamos, ¿alguien pensaba lo mismo? ¿Qué significa la palabra “gloria”? Carácter. Entonces, ¿qué nos dice ese versículo? Ese versículo nos dice que todo lo que tiene que ver con el santuario, los muebles, sus servicios, cada detalle fue personalmente diseñado por Dios para revelar su carácter. ¿Amén? {Amén} ¿Y qué dice el santuario en términos irrefutables? Que el Señor es “misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado”. {Éx 34:6-7} Tanto la justicia de Dios como su misericordia se revelan en el santuario. ¿Amén? {Amén} Dios no esconde el pecado debajo de la alfombra. Él perdona el pecado, colocando la culpa sobre la cabeza inocente del Cordero. ¿Amén? {Amén} Por consiguiente, Él puede ser justo y justificar a los que aceptan a Jesús, el Cordero de Dios que fue inmolado desde los cimientos de este mundo. {Apoc 13:8} El carácter entero de Dios se revela en el santuario y en sus servicios. Cómo quisiera extenderme en este punto, pero el tiempo no me lo permite. Vamos a Salmos 26, versículo 8, sólo para confirmarlo una vez más bíblicamente. “Jehová, la habitación de tu casa he amado, y el lugar de la morada de tu”, ¿qué? “De tu gloria” ¿Amén? {Amén} Amigos míos, ¿quieren ser cambiados de gloria en gloria? {Amén} Entonces aprendan a contemplar la gloria en el santuario y sus servicios. Es una revelación hermosa del carácter de Dios. Salmos 63, versículo 2: “Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario”. Contemplemos la gloria en el santuario y sus servicios.

¿En dónde más se revela la gloria de Dios? En las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento en su totalidad, y eso es lógico. Antes que nada, la Biblia es el relato de Cristo Jesús. ¿Qué dice Jesús acerca de las Escrituras? “Ellas son las que dan testimonio de mí”. {Juan 5:39} De modo que si vamos a contemplar la gloria en Cristo, debemos aprender a contemplarla en las Escrituras. Y a propósito, cuando Jesús dijo, “Ellas son las que dan testimonio de mí”, ¿de cuál testamento estaba hablando? ¿De cuál? Del Antiguo. Eso era todo lo que se había escrito. Típicamente, nosotros pensamos en el Nuevo Testamento como el único lugar donde se revela… donde se revela la gloria de Cristo. No. La Biblia entera es una revelación de Su gloria.

Amigos míos, contemplen la gloria en las Escrituras, pero por favor reconozcan que ni ustedes ni yo podemos ver la gloria naturalmente. Lo espiritual sólo, ¿qué? Se discierne espiritualmente. {1 Cor 2:13-14} Por lo tanto debemos ungir nuestros ojos con colirio. {Apoc 3:18} Cuando estemos listos para contemplar la gloria como se revela en las Escrituras, pausemos para orar la oración de Moisés. “Te ruego que me muestres tu gloria”. {Éx 33:18} Hazme capaz de contemplar la gloria sobrenaturalmente, que al contemplarla pueda ser cambiado. Amigos, ¿quieren ser cambiados? Entonces, por favor, por amor a Cristo y por su propio bien, aprendan a contemplar la gloria, antes que nada en Cristo Jesús. Pero también, ¿en dónde? En su ley. Y también, ¿en dónde? En el santuario y sus servicios. Y también, ¿en dónde? En las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Y al contemplar, les prometo, serán cambiados. ¿Nos ponemos de pie para terminar con una oración?

Padre nuestro que estás en los cielos, te agradezco tanto porque podemos ser cambiados de gloria en gloria. Pero ayúdanos a darnos cuenta de que eso no sucederá a menos que cooperemos con el poder transformador del Espíritu Santo, al contemplar la gloria. Enséñanos a hacer eso. Enséñanos a contemplar la gloria, antes que nada como se nos revela en Jesús, pero también en la ley, y también en el santuario y sus servicios, y también en todas las Escrituras, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, en cada página, en cada versículo. Pero unge nuestros ojos, para que en primer lugar, podamos ver la gloria y entonces por el mismo poder que nos la revela, el poder del Espíritu Santo, restáurala en nosotros para que seamos cambiados de gloria en gloria. Es nuestra oración en el nombre de Jesús. Amén.

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